Con la llegada del verano todos queremos disfrutar de una buena casa de verano, ya sea alquilada o si somos afortunados de la nuestra propia, pero lo cierto es que hay que realizar un mantenimiento de tu casa de verano para que ésta no sufra los daños del tiempo, la sal, arena…
Aparte de la fachada, también es necesario tener en cuenta la corrosión que puede sufrir el mobiliario. Viento, tormenta, sol… Son factores climatológicos clave en las zonas de costa y que pueden afectar a nuestra vivienda.
Por otro lado, si tienes una casa en la playa y no la utilizas demasiado y quieres alquilarla también va a ser fundamental un buen cuidado de la casa para rentabilizar su hogar y hacerlo más atractivo para futuros inquilinos.
Cuidados básicos de tu casa de playa
- Intenta mantener muebles y accesorios tapados para protegerlos mientras la casa se encuentra cerrada.
- Ventilar para evitar las humedades. Si vas a dejar tu casa cerrada durante un largo periodo y quieres evitar olores desagradables puedes dejar pequeños recipientes de vinagre blanco o bicarbonato de sodio en las habitaciones.
- Usar baldosas cerámicas, es el mejor material para este tipo de clima. Es más fácil de limpiar y evitará el daño por la acción de arena y sal.
- Revisa y cuida los cerramientos de puertas y ventanas para evitar su oxidación.
- Si el exterior de la casa es de madera necesitará un revestimiento protector.
- La pintura de las casas de madera se deterioran con facilidad, por lo que es importante elegir una pintura resistente y en colores claros para que absorban menos el calor.
- Tener especial cuidado con los elementos exteriores que haya metálicos, deben tener un mantenimiento más minucioso para evitar el óxido.
Una de las cosas a tener en cuenta es la frecuencia de uso que le des a la casa, ya que dependiendo del tiempo y de las estaciones hay que hacer unas previsiones necesarias para el cuidado y mantenimiento de tu casa de playa.